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LA FIESTA DE LA CEREZA Y CÉRET DE BANDAS

Una celebración doblemente emblemática

Cada año en mayo, Céret, encantador pueblo catalán enclavado en el corazón del Vallespir, celebra dos fiestas populares que aceleran el corazón de sus habitantes y sorprenden a sus visitantes: la Fiesta de la Cereza y el Céret de Bandas. Durante todo un fin de semana, las calles cobran vida, las terrazas se llenan y la ciudad entera se convierte en un auténtico teatro al aire libre.

Este evento es una concentración de autenticidad, música y convivencia, donde las tradiciones agrícolas se mezclan con la alegría explosiva de las bandas de metales.

Nos vemos en 2026.

Una cereza, una tradición

Céret no es solo una ciudad de arte e historia. ¡Cuando se habla de Céret, se habla inevitablemente de cerezas! Es también la primera ciudad de Francia en cosechar cerezas cada año, generalmente a mediados de mayo. Esta precocidad la convierte en un símbolo de orgullo local. Cada año, los primeros frutos se envían al Palacio del Elíseo, en una tradición que se remonta a los años 30.

Participa en la fiesta del sabroso fruto rojo local recorriendo los diferentes puestos del mercado de productores. Se crean vínculos únicos alrededor de los coloridos expositores. Durante estos dos días de festividad: degustaciones de productos centrados en la cereza, la presencia de músicos «bandas» —fanfarras ambulantes típicas del sur de Francia—, aperitivos-conciertos y, por supuesto, el famoso concurso de escupida de huesos. Los restaurantes de la capital del Vallespir también se suman: los Chefs proponen menús a base de cereza. A finales de mayo, te espera un sinfín de animaciones en Céret, ¡una fiesta para los golosos de todas las edades!

Céret de Bandas Un ambiente inigualable

Paralelamente, el Céret de Bandas convierte la ciudad en un gran escenario de música en vivo. Las bandas, fanfarrias tradicionales del suroeste y otros lugares, desfilan tocando melodías festivas, a veces insólitas, siempre animadas. Trompetas, tambores, tubas y saxofones se unen en un solo soplo alegre: el del festejo.

Los grupos animan las calles, ocupan las plazas, improvisan conciertos en las terrazas de los bares y hacen bailar a todas las generaciones. Se organiza un concurso para premiar a las bandas más originales y dinámicas, mientras cae la noche sobre un ambiente incandescente. La velada continúa con una gran escena y animaciones musicales.

Una fiesta para todos

Lo que hace única a esta fiesta es que está pensada para todos. Los niños se maravillan ante los desfiles coloridos, participan en talleres artísticos en torno a la cereza y se deleitan con algodón de azúcar al son del metal. Las familias pasean por el mercado, se instalan a la sombra de los plátanos en las terrazas de los restaurantes y comparten momentos sencillos pero preciosos. Los más jóvenes se reúnen en las plazas animadas, mientras los amantes de la música siguen a las bandas como en una caza del tesoro sonora.

Sabores locales y artesanía

Durante todo el fin de semana, el territorio está en el centro de la fiesta. Los productores locales exhiben sus tesoros: cerezas frescas, embutidos catalanes, mieles aromáticas, vinos del Rosellón y creaciones artesanales inspiradas en la cultura local. Una oportunidad perfecta para abastecerse de productos de calidad y recuerdos auténticos, fruto del saber hacer regional.

Información práctica

La Fiesta de la Cereza y el Céret de Bandas tienen lugar cada año a mediados de mayo en el centro de Céret. El acceso es gratuito y las calles se convierten en peatonales para la ocasión, permitiendo una circulación cómoda y segura.

A menudo se organizan lanzaderas desde los aparcamientos exteriores. Se recomienda llegar temprano para disfrutar plenamente de las actividades y evitar la multitud al final del día. El ambiente es festivo pero siempre acogedor, con un dispositivo de seguridad reforzado para que todos disfruten de la fiesta con tranquilidad.

Prolonga la experiencia en Céret

¿Por qué no aprovechar esta escapada para descubrir Céret desde otra perspectiva? Tras una copa en una terraza y con una melodía de fanfarria aún en los oídos, descubre el Museo de Arte Moderno, pasea bajo los plátanos centenarios del boulevard Maréchal Joffre o sube a las alturas del Vallespir para disfrutar de unas vistas impresionantes.

Céret te recibe con su sonrisa meridional, sus tradiciones vivas y su arte de vivir simple y sincero. Cada cereza, cada nota de música, cada risa compartida en sus calles, cuenta un poco de esta identidad única.